Entrevista con Héctor Almandoz

Héctor Almandoz fue jugador de Vélez durante la etapa más exitosa del club, con Carlos Bianchi como entrenador. Ganó la Copa Libertadores en 1994 tras vencer en la final al San Pablo de Brasil por penales (habían empatado en el global 1 a 1). Después, en Tokio, consiguió la Copa Intercontinental con una victoria ante el Milan de Italia 2 a 0, con goles de Roberto Trotta y Omar Asad. Actualmente trabaja en las inferiores de Vélez y cuenta el trabajo táctico que hacen con los chicos.

Algunos tips sobre el volante central

• El volante central es una pieza clave del equipo. Forma parte de la columna vertebral. Debe ordenar el mediocampo. Su función principal es la marca aunque puede generar fútbol, sobre todo en un mediocampo con formado por una línea de cuatro hombres, como sucede en Argentinos Juniors con Mercier y Ortigoza.

• El 5 tiene que cubrir la espalda de los volantes que juegan por los costados. Por ejemplo, en River es muy normal ver a Matías Almeyda salir a cortar a las bandas. Muchas veces el carrilero retrocede hacia el centro y ocupa la posición de volante central para no dejar huecos en el mediocampo.

• Además, como ya mencionamos en la nota sobre los defensores centrales, el 5 puede tener que cubrir en la posición de zaguero. Sobre todo cuando el central sale hacia el lateral y por ese espacio se mete un volante rival.

• Los volantes centrales muchas veces tienen en sus pies la distribución de la pelota. Son los que quitan en el medio y deben tener el criterio para entregar bien la pelota. Es raro ver volantes defensivos goleadores. En el último tiempo se ha destacado Walter Acevedo en Independiente, por ejemplo.  

Conociendo técnicos

Hoy es el turno del entrenador del Inter de Milán. Rafael Benítez ha llegado al club del norte de Italia luego de una larga y exitosa campaña en el Liverpool inglés. Tiene el gran desafío de reemplazar a José Mourinho, un DT que dejó una huella importante en el club.

Un bostezo enorme

Una pérdida de tiempo. Un partido que le genera al espectador dolor de ojos. Así de feo fue el 0 a 0 entre San Lorenzo – River, en el Bajo Flores. Quizás los de Boedo merecieron algo más por dos jugadas claras en los pies de Guillermo Pereyra, en el primer tiempo, y Juan Carlos Menseguez, en el segundo. De River poco y nada. Alentado por un entrenador que decidió defender el punto en vez de ir a buscar los tres que lo hubieran igualado con Huracán en la pelea por salir de la promoción.

La poli funcionalidad en el fútbol analizada a partir de 1984, la novela de George Orwell

Hace algún tiempo habíamos hablado de 1984, una de las grandes obras de George Orwell. En aquella oportunidad la conclusión fue que los personajes del libro viven en un socialismo que, trasladado al fútbol, se puede comparar con el estilo de Carlos Salvador Bilardo. Sin ninguna duda, un libro bilardista. Después de analizar lo táctico en general ahora es el turno de ver lo que pasa con los intérpretes.

Conociendo técnicos

Hoy, en Conociendo técnicos, la historia de un entrenador que dejó una huella en el fútbol brasilero y mundial: Tele Santana., multicampeón con el San Pablo.

Tele Santana dirigió a la selección de Brasil en los Mundiales de 1982 y 1986. El seleccionado verde amarelo no consiguió ganar ninguno de los dos, pero dejó su marca en España 82, pese a caer ante Italia en una de las semifinales. En México fue eliminado por Francia en cuartos de final, por penales. La característica principal de los equipos de Santana era la mentalidad ofensiva. Era un cultor del jogo bonito.

El mejor momento de su carrera lo vivió durante los años 1992 y 1993. En ese período consiguió ganar todo lo que jugó con el San Pablo y lo llevó al máximo reconocimiento mundial. Tenía jugadores de la clase de Zetti, en el arco, Cafú, Raí, Palinha y Toninho Cerezo, que con 37 años fue contratado por el club y aportó para las conquistas. En el 92, ganó la Copa Libertadores (venció a Newell’s), la Recopa Sudamericana y la Intercontinental. En el 93, repitió los tres títulos y además alzó la Supercopa. El ciclo se cerró con la victoria en la Copa Conmebol de 1994.

Tácticamente sus equipos podían jugar con un 4-4-2 o con un 4-3-3 pero la idea era siempre atacar. El movimiento constante de los jugadores y la rotación en los puestos eran puntos importantes del sistema.

Después de sufrir varios problemas de salud, que lo obligaron a abandonar su carrera de DT en 1996, Tele Santana falleció en 2006 en Belo Horizonte, capital de Minas Gerais, el estado en el que había nacido en 1931.

Análisis de la línea de cuatro en zona

Si usted juega de defensor central o simplemente le gusta la táctica en el fútbol y prioriza siempre una buena defensa, esta publicación le puede servir. Desde el blog elultimohachazo.blogspot.com se publicó una entrevista a Néstor Fabbri, uno de los grandes centrales que tuvo el fútbol argentino. Y en ella, el ex jugador de Boca, Racing y Estudiantes, entre otros equipos, dejó algunos conceptos sobre como deben jugar los zagueros.

Conociendo técnicos

En esta oportunidad, luego de hablar de Helenio Herrera, le toca el turno al técnico que fue predecesor del argentino en las tácticas defensivas: Karl Rappan, el inventor del Cerrojo Suizo.

El entrenador austriaco fue designado para dirigir a la selección de Suiza porque estaba trabajando en el Grasshopper de ese país. Al asumir, Rappan se dio cuenta de que no tenía potencial como para jugar de igual a igual con las grandes potencias y armó un esquema defensivo que se conoció como el Cerrojo Suizo, simplemente por el país en el que lo implementó.

El dibujo parecía ser un 4-3-3, ofensivo a primera vista. Sin embargo, la realidad indica que tenía como meta la defensa, con un líbero al que se llamó escoba detrás de una línea de tres. Era la última barrera que debían superar los delanteros. Cubría la espalda de sus tres compañeros. Al igual que el catenaccio, en este sistema predomina la marca hombre a hombre.

Con el cerrojo Rappan logró que Suiza derrotara a Alemania en el Mundial de Francia 1938. Luego de empatar el primer partido 1 a 1, los helvéticos vencieron en el desempate por 4 a 2 y eliminaron al equipo alemán en octavos de final. Luego, en cuartos, caerían ante Hungría, que finalmente sería el subcampeón.

Cappa dejó de ser el técnico de River en la previa del superclásico

Había hablado en este blog de la necesidad de proyectos a largo plazo. De la importancia del sistema táctico en el armado de ese proyecto. Una vez más, la máquina de picar carne dejó sin trabajo a un DT. Ángel Cappa dejó de ser el entrenador de River y ya se perfila el tolo Gallego como reemplazante.

 

Desde aquí, quedó claro, siempre se trata de bancar a los entrenadores. En esta oportunidad, Cappa hizo todo lo posible por hacer muy difícil su defensa. Es verdad que no tuvo tiempo de trabajo (sólo dirigió 16 fechas y aparece por encima de Reinaldo Merlo que con 15 es el DT que menos tiempo duró en el club) y que sacó el 50% de los puntos que disputó. No es malo sacar el 50%, pero River necesita más. Sobre todo desde que está sumergido en el fondo de la tabla de promedios.

Tácticamente utilizó varios sistemas. Hay muchos que no son partidarios de los números telefónicos pero es la mejor manera de ilustrar todas las pruebas que hizo Cappa con este plantel. Jugó con 4-4-2, 4-3-1-2, 4-2-3-1 y 4-3-2-1. Además de las variantes que lógicamente se vieron durante los partidos. Con ninguna logró que el equipo funcione. Probó con Almeyda y Acevedo como doble cinco. Con Almeyda solo en el medio acompañado por Affranchino en la derecha y Pereyra en la izquierda. Adelante, Buonanotte jugó por afuera, por el medio como enganche, cómo segunda punta. Muchos cambios de un partido para otro.

Lanzini apareció en la pretemporada y jugó varios minutos hasta su lesión contra Vélez. Ahí entró en escena Lamela. El juvenil ilusionó pero Cappa lo sacó en partidos en los que estaba jugando bien y el pibe se fue desinflando. Lo mejor lo hizo como volante por izquierda, desequilibrante en el mano a mano. Pero ahora Lanzini se recuperó y Lamela volvió a perder peso, algo que no encontró justificación. Lo mismo pasó con Ferrero, pero el ex Colón salió por bajo rendimiento y debió regresar cuando en DT se dio cuenta de que la defensa estaba tan mal o peor con Adalberto Román, que ingresó en su lugar. Otro cambio que tampoco quedó claro.

La historia con Ortega es simple. El jujeño sólo puede jugar de enganche y aunque será ídolo eterno para la gente de River, su magia se va apagando de a poco. Por eso, Cappa pareció manosearlo demasiado. De titular al banco. Del banco a la cancha en el entretiempo de un partido. De nuevo titular y de nuevo afuera. Así es difícil que un jugador como Ortega se mantenga motivado. Sobre todo cuando el entrenador lo saca y lo debe poner en el descanso para solucionar la falta de juego del equipo.

La constante rotación de nombres y de sistema hizo que Ángel Cappa no encuentre nunca el equipo. Y aunque en este caso es difícil de defender, hay que reconocer que los jugadores de River no hicieron nada por darle una mano. Se encargaron de jugar lo peor posible y por momentos parecieron ser el equipo más inocente del fútbol argentino. Eso es lo salva a Cappa del fracaso total.

Lo que dejó All Boys - River

All Boys le ganó a River 1 a 0. El partido fue parejo y los dos tuvieron situaciones. Como viene sucediendo en las últimas fechas, al equipo de Ángel Cappa le faltó fútbol y no pudo hacer nada contra un equipo local que alternó juego por abajo y pelotazos frontales para sus delanteros. Aquí, algunas consideraciones tácticas del partido.

Cappa armó un mediocampo con poco fútbol. Rodrigo Rojas y Manuel Lanzini por las bandas y Diego Buonanotte un poco más arriba, por momento como enganche, tenían la función de hacer jugar al equipo. Ninguno de ellos lo hizo, por eso River generó poco y nada en el primer tiempo.

All Boys se paró con un rombo en la mitad de la cancha. Hugo Barrientos de volante central, Carlos Sánchez por la derecha, Juan Pablo Rodríguez por la izquierda y Sebastián Grazzini de enganche, que salió lesionado y le dejó su lugar a Matías Pérez García, que fue el que manejó los tiempos del equipo.

Atrás, los dos jugaron con cuatro defensores. La defensa del equipo de Floresta pareció más sólida, sobre todo por lo poco que inquietó River, con Mariano Pavone como único punta. Los centrales de River tuvieron que luchar contra Cristian Fabbiani, al que se lo vio totalmente excedido de peso, aunque pueda suplir eso con algo de habilidad. Era un partido importante para el ogro después de su fracaso rotundo en el club de Núñez y cumplió.

Los cambios mejoraron un poco el medio de River. Ortega ingresó por el juvenil Ezequiel Cirigliano y más tarde Roberto Pereyra lo hizo por Rojas y Rogelio Funes Mori por Lanzini. El 4-4-2 varió para quedar con Josepmir Ballón como único volante central, Pereyra por derecha, Buonanotte por izquierda pero tirado al medio para juntarse con Ortega, que estaba como enganche.

El equipo de José Romero pudo aprovechar mejor los pocos espacios que quedaron libres. Así, en un mal retroceso de River, Rodríguez desde afuera del área quedó sólo para rematar bajo al primer palo de Carrizo y poner el 1 a 0. Demasiado tiempo tuvo el uruguayo para definir cosa que no pasó con los volantes del equipo visitante que sufrieron la presión constante de All Boys.

Cuándo el arquero pisa el área rival

¿Qué pasa cuándo un equipo va perdiendo por un gol y, en la última jugada, el arquero va a cabecear? La respuesta es nada. Simplemente sube para tener un jugador alto en el área y para molestar a la defensa rival que, en la mayoría de los casos, no tiene un jugador asignado para marcarlo.

Tácticamente no cambia el planteo del equipo. Se siguen manteniendo en el fondo uno o dos jugadores, en general los laterales (hay excepciones, por supuesto. Lo normal es que se queden los más petisos y los laterales muchas veces lo son). Por lo cual, no se gana cantidad de jugadores en el área sino que se suma altura, capacidad de salto y una preocupación para la defensa que debe decidir apurada quien toma la marca.

Además, no parece que realmente sea lo mejor. Sobre todo porque el arquero puede ser malo cabeceando, y lo normal sería que así sea. Entonces, aunque hay casos de arqueros que han hecho goles, no abundan.

Se recuerda siempre el gol de chiquito Bossio a Racing, en Avellaneda, en 12 de mayo de 1996.




Quizás uno de los últimos sea el que le hizo el arquero del Sevilla, Andrés Palop, al Shakhtar Donetsk de Ucrania en los octavos de final de la UEFA Europa League. Ese gol le permitió pasar de ronda. El equipo andaluz se coronó campeón en esa edición de la Copa. Le ganó la final por penales al Espanyol de Barcelona. El partido había terminado 2 a 2.




Hoy, es más normal ver a los arqueros hacer goles de penal o de tiro libre. En esa categoría el rey es Rogerio Ceni, el 01 del San Pablo de Brasil. Es ídolo para la torcida debido a que disputó 772 partidos y marcó 90 goles, más que muchos delanteros.

Aquí, el video del gol 90, ante Fluminense.

¿Cómo juegan el Barça y el Real?

Para hacer este análisis, se toman los últimos dos partidos del Barcelona, que le ganó a Sevilla 5 a 0, y del Real Madrid, que dio vuelta su encuentro para vencer como visitante al Hércules por 3 a 1. Aclarado este punto, la idea es ver cómo se paran los dos equipos más importantes de España, que actualmente se encuentran ubicados en los dos primeros lugares de la tabla de posiciones de la Liga BBVA (Real Madrid es puntero con 23 unidades, el Barcelona lo sigue con 22).

Empezando desde atrás, los dos juegan con una línea de cuatro en la defensa en la que los laterales son importantes para crear peligro a la hora de atacar. Sergio Ramos y Marcelo son los del Madrid y Dani Alves y Abidal, los del equipo catalán. En el centro de la defensa, quizás el Barcelona le saque una pequeña luz de diferencia a su máximo rival con Puyol y Piqué, dos jugadores claves para la solidez defensiva del equipo. En el Madrid, Pepe y Ricardo Carvalho aparecen como buenos jugadores pero sin dudas no tienen la jerarquía de sus pares blaugranas. Carvalho llegó al Real de la mano de José Mourinho, que lo había dirigido en el Chelsea y lo tiene como hombre de confianza en el fondo.

En el mediocampo, es difícil saber en que posición juegan los volantes de Pep Guardiola. Está claro que Sergio Busquets tiene como principal función la marca, aunque en el quinto gol del equipo ante el Sevilla asistió a Villa. Esa tarea se la reparten el alemán Khedira y Xabi Alonso en el Real Madrid. Allí aparece una de las diferencias. El sistema del Barca se puede parar como un 4-1-4-1, si se toma a Villa como único delantero definido y, cómo se menciona anteriormente, a Busquets como solitario recuperador. El resto del mediocampo se completa con Xavi e Iniesta por el centro y con Messi y Pedro por las bandas, casi como extremos. Igual, la rotación es constante, por eso la dificultad para ubicarlos en una posición fija. De esa manera, se ve que el verdadero esquema del Barcelona puede ser un 4-3-3.


El dibujo del Real Madrid de Mourinho se acerca mucho a un 4-2-3-1. Ya se había mencionado a los dos volantes de contención y por delante de ellos aparece una línea de tres jugadores que tiene a Cristiano Ronaldo, Mesut Özill y Ángel Di María, recostado sobre la derecha. El único hombre de punta es Gonzalo Higuaín, pero Ronaldo y Di María lo acompañan muchas veces jugando como extremos. La similitud que tienen los dos grandes de España en sus sistemas pasa por la flexibilidad, sobre todo, lógicamente, en el momento de atacar.

Más allá de los dibujos tácticos o de los nombres, desde la idea también aparece una diferencia. El equipo de Guardiola no se cansa nunca de tocar la pelota. Hace un culto del buen manejo desde los pies de Xavi e Iniesta y se la dan a Pedro, pero sobre todo a Messi cuando quieren vértigo en los últimos metros del campo. El Real Madrid tiene jugadores rápidos por naturaleza. Cristiano y Di María por los costados le imponen al partido un ritmo frenético. No se caracterizan por ser jugadores pacientes. A ellos se les pueden sumar Higuaín y Özil, también ligeritos. Por eso, por momentos al medio del Real le puede faltar la pausa. De cualquier manera, los dos estilos sirven y queda claro al mirar la tabla de la liga.

Conociendo técnicos

Arrigo Sacchi era el entrenador del Parma de Italia cuando, en 1987, Silvio Berlusconi, máxima autoridad del AC Milán de ese país, posó su mirada en él, como candidato para dirigir al equipo rossonero.

Ese año comenzaría, de la mano de Sacchi, la etapa más gloriosa del Milán. Pero ese equipo no sólo dejaría su marca por los títulos conseguidos sino también por su manera de jugar. La idea del DT era que su equipo fuera lo más corto posible. Por este motivo, la línea defensiva estaba compuesta por cuatro hombres que casi siempre estaban sobre la mitad de la cancha para acompañar la presión, otra de las claves del sistema, que ejercían los volantes y los delanteros por toda la cancha.

Franco Baresi era el líder de esa línea de cuatro, que tenía también a Paolo Maldini y Alessandro Costacurta recién llegados al equipo, ascendidos desde las inferiores. Además, Baresi manejaba a la perfección el fuera de juego. Esto era importante debido que quedaba mucho espacio a espalda de los defensores, por la ubicación que tenían en el campo.

Sacchi dirigió al Milán hasta 1991. En esas cinco temporadas, consiguió ganar la Liga Italiana y la Supercopa de ese país en 1988. En el ámbito internacional, quizás es dónde consiguió los mayores logros. Obtuvo la Copa de Europa en dos oportunidades (1989-90). También en esos años ganó la Copa Intercontinental y la Supercopa de Europa para alcanzar, sumados a los dos internacionales, los ocho títulos con el AC Milán.

Esa etapa exitosa en el equipo del norte de Italia lo llevó a la Selección italiana. Allí, logró la clasificación para el Mundial de Estados Unidos de 1994. En ese certamen fue finalista y perdió con Brasil por penales, luego de empatar 0 a 0 en los 90 minutos.

El estilo de juego de Arrigo Sacchi marcó una época en el fútbol europeo. Achicar los espacios entre líneas, presionar en toda la cancha y jugar al achique para dejar a los rivales en offside fueron las características de sus equipos. Principalmente del Milán, dónde se ganó la fama de ser uno de los mejores entrenadores del mundo.


Cómo entrenador, dirigió además al Rimini Calcio, club en el que se inició como DT en 1982, al Atlético Madrid, en la temporada 1998/99, y tuvo otra etapa en el Parma en el 2000.