Cappa armó un mediocampo con poco fútbol. Rodrigo Rojas y Manuel Lanzini por las bandas y Diego Buonanotte un poco más arriba, por momento como enganche, tenían la función de hacer jugar al equipo. Ninguno de ellos lo hizo, por eso River generó poco y nada en el primer tiempo.
All Boys se paró con un rombo en la mitad de la cancha. Hugo Barrientos de volante central, Carlos Sánchez por la derecha, Juan Pablo Rodríguez por la izquierda y Sebastián Grazzini de enganche, que salió lesionado y le dejó su lugar a Matías Pérez García, que fue el que manejó los tiempos del equipo.
Atrás, los dos jugaron con cuatro defensores. La defensa del equipo de Floresta pareció más sólida, sobre todo por lo poco que inquietó River, con Mariano Pavone como único punta. Los centrales de River tuvieron que luchar contra Cristian Fabbiani, al que se lo vio totalmente excedido de peso, aunque pueda suplir eso con algo de habilidad. Era un partido importante para el ogro después de su fracaso rotundo en el club de Núñez y cumplió.
Los cambios mejoraron un poco el medio de River. Ortega ingresó por el juvenil Ezequiel Cirigliano y más tarde Roberto Pereyra lo hizo por Rojas y Rogelio Funes Mori por Lanzini. El 4-4-2 varió para quedar con Josepmir Ballón como único volante central, Pereyra por derecha, Buonanotte por izquierda pero tirado al medio para juntarse con Ortega, que estaba como enganche.
El equipo de José Romero pudo aprovechar mejor los pocos espacios que quedaron libres. Así, en un mal retroceso de River, Rodríguez desde afuera del área quedó sólo para rematar bajo al primer palo de Carrizo y poner el 1 a 0. Demasiado tiempo tuvo el uruguayo para definir cosa que no pasó con los volantes del equipo visitante que sufrieron la presión constante de All Boys.
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