domingo, 21 de noviembre de 2010

Un bostezo enorme

Una pérdida de tiempo. Un partido que le genera al espectador dolor de ojos. Así de feo fue el 0 a 0 entre San Lorenzo – River, en el Bajo Flores. Quizás los de Boedo merecieron algo más por dos jugadas claras en los pies de Guillermo Pereyra, en el primer tiempo, y Juan Carlos Menseguez, en el segundo. De River poco y nada. Alentado por un entrenador que decidió defender el punto en vez de ir a buscar los tres que lo hubieran igualado con Huracán en la pelea por salir de la promoción.


Desde las tribunas no faltó el color. La gente se hizo presente en gran número y desde las dos populares se cantó más allá del bodrio. En la cancha, sobran los dedos de una mano para contar las jugadas de gol. Tácticamente, Ramón Díaz, DT del ciclón, propuso un 4-3-3, aunque Menseguez por momentos se retrasaba para buscar entrar en juego. River salió con los mismos once que le ganaron a Boca. El sistema se puede definir como indefinido, si se permite la licencia. Porque nunca se supo si Ferrari jugó de lateral o de volante. Lamela apareció, junto con Ortega, por varios sectores del campo. Para graficarlo, aunque a muchos no le gusten los números telefónicos, fue un 3-4-2-1.

Juan José López, entrenador interino del conjunto de Núñez, le pidió a Ortega durante el primer tiempo que se abra sobre la derecha. La intención era que se junte con Paulo Ferrari. Aunque en varios momentos el jujeño se cerró y River no tuvo a nadie para generar juego por la derecha. Todo lo que se hizo pasó por los pies de Erik Lamela y Roberto Pereyra sobre la banda izquierda, muchas veces con Mariano Pavone volcado sobre ese sector. El ex volante de Estudiantes tuvo otra vez que luchar en soledad contra los centrales y el árbitro Diego Abal salió decidido a no cobrarle ninguna. Por eso, esta vez no se destacó como ante Boca.

San Lorenzo no supo aprovechar las deficiencias de su rival. Lo mejor hubiera sido que Menseguez y Fabián Bordagaray abrieran la cancha y buscaran generar peligro por los costados. Eso no paso y los ataques quedaron muchas veces en los pies de Acevedo y Almeyda. El resto del equipo tampoco acompañó. Los laterales, Palomino y Luna, pasaron desapercibidos. No subieron nunca para provocar el 2-1 y buscar el centro. En el medio, Pereyra y Reynoso jugaron muy poco y el más destacado fue Juan Manuel Torres. Los centrales, Tula y Botinelli, respondieron bien.

Del partido no hay mucho para decir. River tuvo la más clara en el primer tiempo en los pies de Alexis Ferrero, luego de un tiro de esquina, y Migliore tapó bien. En el segundo, un tiro del ingresado chiche Arano que pasó cerca y nada más. Guillermo Pereyra pegó una pelota en el palo en los primeros 45´ y Menseguez desperdició una jugada clara en la segunda mitad. Después hubo situaciones intrascendentes de los dos lados que ni siquiera vale la pena mencionar.

Desde lo táctico, otra vez J.J.López sacó a Pereyra y puso a Arano. De allí que quede en evidencia la intención de cuidar el resultado, en vez de salir a buscar el partido. Lo más inteligente parecía el ingreso de Facundo Affranchino en lugar del tucumano y de Rogelio Funes Mori por Ortega pero mucho antes. López lo puso a Funes a los 45´ del segundo tiempo. Mi pregunta es: ¿Para qué?!!!!! Totalmente innecesario. Le falta audacia para ir a buscar los tres puntos.

En definitiva, San Lorenzo y River aburrieron a todos con un 0 a 0 que reflejó, una vez más, la pobre actualidad de los equipos grandes del fútbol argentino y lo que les cuesta jugar bien. Para redondear y con la certeza de estar cayendo en un lugar común, la figura del partido quedó vacante. Horrible muchachos.

1 comentario:

  1. Me parece a mi, o el dueño de este blog es medio gallina? jaja Todas notas de River... mmm

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