jueves, 25 de noviembre de 2010

Entrevista con Héctor Almandoz



Héctor Almandoz fue jugador de Vélez durante la etapa más exitosa del club, con Carlos Bianchi como entrenador. Ganó la Copa Libertadores en 1994 tras vencer en la final al San Pablo de Brasil por penales (habían empatado en el global 1 a 1). Después, en Tokio, consiguió la Copa Intercontinental con una victoria ante el Milan de Italia 2 a 0, con goles de Roberto Trotta y Omar Asad. Actualmente trabaja en las inferiores de Vélez y cuenta el trabajo táctico que hacen con los chicos.


¿Cuál es tu función específica en Vélez?


¿Qué edad tienen los chicos en cuarta y reserva?
En reserva no hay edad, es libre. En cuarta estamos terminando el ciclo de la categoría 90. Nos quedan seis meses ahora, de enero a junio. Después, entran los chicos de la categoría 91 y 92. El límite es hasta los 20. A los 21 el club decide si pueden seguir y firmar contrato o si quedan libres y deben buscar club. Yo siempre les digo que el fútbol no termina en Vélez. No deben tirar tanta cantidad de años de entrenamiento.

¿Se entrena táctica en inferiores?
Si obviamente que se trabaja en el día a día. Lo más importante es adaptarse a los jugadores que uno tiene. Están en un momento en el que pueden ser necesitados en primera y se tienen que adaptar a jugar en diversas posiciones y varios sistemas. Hoy en día, por lo menos desde mi punto de vista, es importante que mi equipo juegue parecido a lo que juega la primera para que cuándo les toca sufran menos el cambio.

Vos entrenas chicos de entre 18 y 20 años. ¿Te llegan formados en función del puesto en el que se desempeñan?
Uno tiene la responsabilidad, y por eso estamos en ese cargo, de darle el último golpe de horno para el jugador se pueda adaptar a distintas posiciones y distintos sistemas. Es cómo te decía antes, lo mejor que puede pasar es que un jugador pueda jugar en varias posiciones. Eso le da más armas al entrenador y más posibilidades al jugador. Te lo digo por experiencia. Yo jugué en todos los puestos de la defensa porque uno siempre tiene que responder al técnico y al equipo. Estar para lo que se lo necesite.

¿En qué momento los chicos comienzan a definir su puesto?
A partir de sexta división comienza la recta final. Es el momento en el que tienen que poner todo para llegar. Quizás ahí es uno de los momentos. Pero la realidad es que lo importante es lo que pase durante la carrera. Yo jugaba de central y estaba muy cómodo en esa posición. Cuándo Carlos Bianchi llegó a Vélez empezó a probar y puso a Roberto Trotta de central, que jugaba de cuatro, y a mí de lateral. Así formó la defensa con Almandoz, Trotta, Sotomayor y Cardozo que tuvo tanto éxito. Por eso te decía que uno siempre tiene que estar dispuesto a aprender a jugar en otro puesto. Eso es lo que yo les inculco a los chicos.

De todos los puestos en los que jugaste ¿Cuál es el que más te gusta?
De central. Porque tenés toda la cancha de frente. También juegue de lateral pero estás más encajonado. Por eso, sin dudas, de central.

Algunas claves del puesto…
Yo siempre les digo a los chicos que de mitad de cancha para atrás es zona de riesgo. Y en la defensa ese riesgo es mayor. Por eso uno tiene que saber que no está mal revolear una pelota a la platea. Lo importante es que no le hagan goles a nuestro arquero. Yo entiendo que es más lindo salir jugando en todas pero a veces no se puede y el jugador debe tener criterio para saber cuando lo puede hacer y cuando no. Además, la actitud es fundamental siempre. Uno tiene que imponer su presencia para intimidar a los delanteros rivales. Que sepan que estas ahí y se las vas a pelear todas. Podés tener todos los conceptos pero si no tenés actitud no podés jugar.      

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