Crónica de esta crónica

En esta publicación, señor lector, va a poder entender, aunque sea tomando esta crónica como ejemplo, la cocina de mi blog. Por qué escribo lo que escribo y de dónde bajan las directivas. Me refiero a los géneros y no a los temas. Muchas de las cosas que pasan en tacticaenelfutbol.blogspot tienen una explicación, desde los textos y desde lo artístico (llámese el banner, por ejemplo). Por eso, escribo esta crónica sobre por qué estoy escribiendo esta crónica.

Tuve la posibilidad de hablar con Gonzalo Castro, que es el entrenador del equipo de fútbol de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Fue una muy buena charla para publicar en este blog porque hace cuatro años que Gonzalo intenta que su equipo juegue al fútbol como lo hace el Barcelona de España. Y eso implica mucho trabajo en lo táctico.

La realidad indica que esta crónica comenzó a gestarse hace por lo menos cinco o seis meses. Pablo Cheb Terrab, mi profesor de Nuevas Tecnologías de la Información (en adelante NTI) me pidió que publique en este blog una crónica y eso fue lo que hice.

La puteada de Pablo hacia mi no tardó en llegar. Sentados frente a la máquina número 10 una de las aulas que Eter tiene en su sede de Acevedo, o mejor dicho yo sentado y el parado, me dijo que lo que había subido al blog no era una crónica. Eso generó una discusión sobre que es una crónica, que gané yo (estoy seguro de que Pablo no opina lo mismo). Y digo gané yo porque para mi era una crónica. El problema es que no era el estilo que él quería. En definitiva, el tema no paso de ahí.

Hace 15 días, en el repaso final que hicimos en clase sobre los blogs, surgió nuevamente esa bendita crónica. El profesor alegó que yo le debía la publicación y me pidió que haga otra crónica (para él no era “otra” crónica sino “una” crónica, porque nunca consideró a la primera como tal). ¡Y quería que haga dos encima!!!! Pero mi habilidad para negociar consiguió que sólo deba publicar una (le dije doscientas veces “dale, hago una sola”)

¿Ya había aclarado el tema sobre mi victoria en la discusión sobre la crónica? Bueno la discusión se dio de nuevo porque esta nueva crónica que publiqué tampoco fue del agrado de Pablo, que me dijo nuevamente “eso no es una crónica”. Todo el resto es igual a lo que les conté más arriba. La misma discusión y el mismo ganador (de nuevo, no estábamos discutiendo si era el estilo de crónica que el quería o no. Ahí hubiera ganado él). En definitiva,  un nuevo intento fallido por publicar una crónica me llevó a estar escribiendo este texto en este momento (ojala que esto sí sea una crónica). El tema a desarrollar lo eligió el profesor. Ahí apareció en escena el nombre de Gonzalo Castro.

¿Quién tenía el teléfono de Gonzalo Castro? Martín Kolodny, uno de los coordinadores de la carrera y jugador del equipo que dirige Gonzalo (Martín juega de dos. Ojala lo haga mejor que en fútbol 5). Ese mismo jueves lo busqué a Martín y, la verdad, me costó encontrarlo. Lo encontré a la media hora, justamente hablando con el señor Pablo Cheb. Le comenté lo que necesitaba y amagó con darme el número de Gonzalo. Pero guardó el celular y me dijo que se lo pidiera por mail. Eso hice y gentilmente recibí el celular para poder comunicarme.

¿Entendió algo hasta aquí? No se haga problema, desde este momento empieza la parte interesante. Cómodamente acostado en un sommier de dos plazas, con la tele en mute y bajo el ventilador de techo, porque hacía mucho calor, llamé a Gonzalo. No sabía ciertamente que le iba a preguntar pero me intrigaba saber como pensaba lograr que un equipo amateur juegue tácticamente como el mismísimo Fútbol Club Barcelona. Algo difícil pero que todos los que integran el proyecto están convencidos que se puede conseguir con trabajo.

La carga horaria que le dedican al fútbol puede llegar a ser de 10 horas semanales. Son seis de entrenamiento y pueden ser uno o dos partidos semanales. Muchas veces los entrenamientos son lejos del campo de juego. El plantel se junta en un salón y con un proyector visualiza imágenes de la forma de jugar que tiene el equipo de Pep Guardiola. Todos los puestos tienen un secreto y Gonzalo tiene la idea de que sus jugadores lo sepan y lo apliquen en los partidos.

Me hubiera gustado que la charla fuera más larga para poder saber más detalles del proyecto. Pero, la verdad, no tenía tiempo para extenderla debido a compromisos laborales (que esté panza para arriba tirando en la cama no quiere decir que no tenga obligaciones).

Otra de las cosas que pude hablar con Gonzalo es la asimilación de sus jugadores al sistema. Está claro que es un 4-3-3. Me refiero al juego colectivo en el que cada uno debe ser solidario con su compañero y tener una ubicación específica para que todo que funcione. El principal problema es que los alumnos que llegan al equipo tienen muchos vicios previos. Desde los que juegan solos hasta los que no tienen idea de cómo ubicarse en el campo. La idea es sacarles el chip que traen y ponerles el del equipo.

Ayuda mucho que no haya tanto recambio entre un año y otro. En general, del plantel de 16 jugadores se mantienen 12 de año a año. Y de esos, ocho son titulares. Por lo cual es más fácil que el equipo mantenga la filosofía de juego cuándo tiene una base estable. No es fácil que un equipo incorpore un concepto táctico y cambiar todos los años generaría que no lo consigan nunca.

Tuve la posibilidad de hablar con Martín Kolodny, por si no lo recuerda es quien me paso el celular de Gonzalo y juega de dos en el equipo de Filosofía y Letras de la UBA, y me contó una de las claves del sistema del Barça. Los jugadores forman un triángulo en el que una de los vértices es el jugador que tiene la pelota y que de esa manera siempre tiene dos alternativas de pase. Es lógico pensar que el triángulo estará conformado por los jugadores que están más cerca de la posición del balón. Para que se entienda, si el lateral derecho tiene la pelota puede formar un triángulo con el volante central y con el mediocampista por derecha.

Más allá de mi falta de tiempo para poder seguir con la entrevista, la posibilidad de hacer otra más adelante, para ampliar el tema y profundizar en el estilo de juego, existe. Por eso, puede ser que en algún momento hagamos un análisis de la actualidad del Barcelona y de su forma de jugar con la ayuda de Gonzalo Castro, que tiene muy claros los conceptos.

Espero que esta crónica sea del agrado de Pablo Cheb Terrab. Me despido en lo que es, o espero que sea, la última publicación oficial del año. Después de un descanso, se vendrá la pretemporada y las publicaciones de verano. Adios…