Helenio Herrera nació en el barrio de Palermo en 1916, pero con muy corta edad se fue junto con su familia a vivir a Europa en la búsqueda de un futuro más próspero. Pero no lo pudieron conseguir en el viejo continente y debieron viajar a Marruecos. Fue en ese país africano en el que Herrera comenzó a jugar al fútbol. Jugó en 10 equipos entre Francia y Marruecos, pero a los 25 años debió retirarse del fútbol a causa de una lesión en la rodilla.
Entonces, decidió ser entrenador. Esa fue la etapa más importante de su carrera en el fútbol. Dirigió una gran cantidad de equipos, entre los que se destacaron el Inter de Milán, el FC Barcelona y el At. Madrid y las selecciones de Francia, España (en el Mundial de Chile 1962) e Italia, en un breve período entre 1966 y 1967. En el equipo del norte italiano consiguió ganar tres ligas (1963/65/66), dos copas europeas (1964/65) y dos intercontinentales (1964/65). Allí hizo famoso al Catenaccio.
Ese sistema de juego se caracterizaba por una marca férrea hombre a hombre, con un líbero detrás de la línea de cuatro defensores. Tres jugadores en el mediocampo y dos delanteros completaban el esquema. La idea de Herrera era que las tres líneas estuvieran bien juntas para dejar la menor cantidad de espacios. Además, tenía al contraataque como arma letal. Los dos delanteros debían ser rápidos y muy buenos definiendo para poder convertir goles con pocas llegadas.
“El mago”, como lo apodaron en Francia después de ganar una copa de ese país con el Red Star, también consiguió títulos en España. En Atlético Madrid ganó dos ligas consecutivas en las temporadas 1949/50 y 50/51. Y en Barcelona obtuvo también la liga en dos oportunidades, también seguidas (1958/59 y 59/60), una Copa del Rey en 1981 y, en el ámbito internacional, dos Copas de Feria (ahora UEFA Europa League) en 1958 y 1960.
En todos los equipos por los que pasó se lo recuerda por su extrema disciplina. El entrenamiento físico, la concentración en el campo y que los jugadores supieran exactamente que función debían cumplir eran los pilares del Catenaccio de Herrera. Aunque ganó títulos en muchos equipos, siempre se lo asociará con el Inter de Milán, una institución en la que era ídolo indiscutido y solitario en la conquista de la Champions League hasta la llegada de José Mourinho.
Helenio Herrera falleció el 9 de noviembre de 1997 en la ciudad italiana de Venecia víctima de una Infarto.
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