sábado, 16 de octubre de 2010

La máquina de picar carne, operada por futbolistas

Hugo Tocalli dejó de ser el técnico de Quilmes luego de la derrota ante Vélez 2 a 0, como local, en la fecha 11 del torneo apertura. Otro entrenador que se suma a la lista de renuncias y despidos de este campeonato (incluso con tres en la misma semana: Rivoira, de Huracán, Mohamed, de Colón, y Garnero, de Independiente).


La campaña del cervecero es insostenible. Va último en la tabla con sólo 6 unidades. Sobre 11 fechas empató seis partidos y perdió cinco. Sumados a los últimos seis encuentros de la B Nacional, con Jorge Ghiso como DT, en los que tampoco consiguió ganar (pero igualmente logró ascender), son 17 los partidos sin victorias. Muy pobre.

La idea, en esta oportunidad, es analizar la gestión de Tocalli desde lo táctico. Cuándo un equipo no obtiene resultados, los primeros en ser cuestionados son los entrenadores. Desde este blog ya se había manifestado la necesidad de tener proyectos a largo plazo y la importancia del sistema táctico en ese proyecto. Este es el momento para bancar a los entrenadores que son eso, entrenadores, y no magos. Los jugadores muchas veces son más responsables de los malos momentos que los técnicos. Pero no se puede echar a un plantel entero, aunque sean 25 muertos.

En lo que va del tornero, Tocalli utilizó tres sistemas distintos y sólo repitió el equipo una sola vez, en la segunda fecha. Arrancó el campeonato con cuatro defensores, cinco volantes y un solo punta. Con ese sistema empató en la primera fecha, con Colón, y perdió en la segunda, con Estudiantes. En el tercer partido apareció la línea de tres en el fondo, pero Tocalli sumó un volante y no un delantero. El dibujo quedó 3-6-1. Empató. En la fecha siguiente mantuvo esa táctica y perdió. En la quinta, volvió a cambiar y regresó la línea de cuatro con un solo delantero. Volvió a perder, esta vez con Huracán.

En cinco fechas el ex entrenador de los juveniles intentó buscar una identidad. Lo que más le gustó fue el 4-5-1 y lo mantuvo gran parte del campeonato. Entonces, empezó la dura tarea de encontrar los intérpretes para ese sistema. Tocalli usó 21 jugadores. El sector en el que más cambió fue en el medio. En la primera fecha jugó con: Varela, O. Morales, Aránguiz, Nuñez y Raymonda. Ayer, en la derrota con Vélez, el único que estuvo fue Aránguiz. El resto: Garnier, Kalinski, Hirsig, Caneo. Desde ese primer mediocampo hasta el de ayer, hubo varias pruebas en el medio. Ninguna funcionó.

Arriba, Quilmes no tiene muchas opciones. Juan José Morales, Bernardo Romeo y Diego Torres son los únicos jugadores con experiencia. Morales jugó la mayor cantidad de los partidos. Torres, apareció en el banco en la tercera fecha y recién fue titular en la octava contra River. Quizás allí es dónde Tocalli podría haber cambiado antes y armar un 4-4-2 clásico con Morales de 9 y Torres como delantero por afuera. Romeo, brillo por su ausencia. Sólo jugó un partido como titular y su aporte fue mínimo en los minutos que tuvo. Se nota que le falta desde lo físico.

Tocalli intentó todo para modificar el rumbo del equipo. Probó hasta el cansancio. Y la mala racha terminó con su renuncia, quizás después de perder uno de los partidos más “perdibles” del campeonato. Desde este espacio queremos bancar al entrenador por su labruro. Depende del DT que asuma terminar de definir si el problema fue realmente Tocalli o los jugadores, principales operadores de la máquina de picar carne que es el fútbol argentino.

No hay comentarios:

Publicar un comentario