Esta semana tres equipos del fútbol argentino se quedaron sin entrenador. Daniel Garnero se fue de Independiente, Héctor Rivoira de Huracán y el último fue Antonio Mohamed de Colón de Santa Fe, que era el DT con más antigüedad de los 20 equipos de Primera (dos años y medio). Esto, obliga a replantear la realidad del fútbol en nuestro país y sobre todo a pensar si es cierto que los clubes cuándo piensan en un entrenador lo hacen realmente en busca de un proyecto a largo plazo, cómo planteó César Luís Menotti, que dejó de ser el manager del rojo, cuando contrató a Garnero.
En la búsqueda de una identidad para un equipo, la táctica a utilizar debería tener un lugar en la agenda de los dirigentes. Más, cuando en un proyecto se le quiere dar un lugar preponderante a las divisiones inferiores. En estos casos, todas las divisiones del club deberían jugar con el mismo dibujo. De esa manera, la institución formaría desde chicos a jugadores que al llegar a Primera lo harían en un puesto que conocen desde hace tiempo. Además, siempre manteniendo el mismo esquema, pueden cambiar a los jugadores de posición para que conozcan otro puesto y sirvan de alternativa en caso de ser necesario.
Es verdad que el dibujo táctico que elige el entrenador se ve sólo antes de comenzar el encuentro. Que después los jugadores se mueven. Por eso, muchas veces se relativiza la elección del sistema. Pero tener una táctica fija para el plantel superior y todas las categorías inferiores ayuda a que el rendimiento sea más aceitado, sobre todo a la hora de incorporar juveniles al equipo de Primera. Cuando un equipo está en formación, se dice que los jugadores necesitan tiempo para conocerse y poder formar sociedades dentro del campo. Si el esquema es invariable y la base del equipo esta acostumbrada a el, y los juveniles que pueden nutrir al plantel superior también, las incorporaciones que traigan de otros equipos pueden llegar a adaptarse más rápido.
En definitiva, aunque en Argentina los proyectos a largo plazo parecen ser una utopía, los dirigentes, al buscar un técnico, siguen declarando que su idea es encontrar un entrenador que les permita desarrollar un proyecto serio. Para que esto realmente ocurra, hay muchas cosas que deberán cambiar y hay muchos factores que se deberán tener en cuenta, uno de ellos tiene que ser el sistema táctico unificado para todas las divisiones del club.
En la búsqueda de una identidad para un equipo, la táctica a utilizar debería tener un lugar en la agenda de los dirigentes. Más, cuando en un proyecto se le quiere dar un lugar preponderante a las divisiones inferiores. En estos casos, todas las divisiones del club deberían jugar con el mismo dibujo. De esa manera, la institución formaría desde chicos a jugadores que al llegar a Primera lo harían en un puesto que conocen desde hace tiempo. Además, siempre manteniendo el mismo esquema, pueden cambiar a los jugadores de posición para que conozcan otro puesto y sirvan de alternativa en caso de ser necesario.
Es verdad que el dibujo táctico que elige el entrenador se ve sólo antes de comenzar el encuentro. Que después los jugadores se mueven. Por eso, muchas veces se relativiza la elección del sistema. Pero tener una táctica fija para el plantel superior y todas las categorías inferiores ayuda a que el rendimiento sea más aceitado, sobre todo a la hora de incorporar juveniles al equipo de Primera. Cuando un equipo está en formación, se dice que los jugadores necesitan tiempo para conocerse y poder formar sociedades dentro del campo. Si el esquema es invariable y la base del equipo esta acostumbrada a el, y los juveniles que pueden nutrir al plantel superior también, las incorporaciones que traigan de otros equipos pueden llegar a adaptarse más rápido.
En definitiva, aunque en Argentina los proyectos a largo plazo parecen ser una utopía, los dirigentes, al buscar un técnico, siguen declarando que su idea es encontrar un entrenador que les permita desarrollar un proyecto serio. Para que esto realmente ocurra, hay muchas cosas que deberán cambiar y hay muchos factores que se deberán tener en cuenta, uno de ellos tiene que ser el sistema táctico unificado para todas las divisiones del club.
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